Fue denominada en época romana como Aquae Bilbilitanorum, los manantiales medicinales que ya usaron los que dieron nombre al lugar siguen empleándose en nuestros días con fines terapéuticos. Los edificios de los balnearios, con sus aires modernistas que traen el recuerdo de las décadas doradas de este tipo de establecimientos, se alienan paralelos a la carretera en el desfiladero calcáreo.
Para defender este paso los musulmanes levantaron una fortaleza cuyo restos todavía se alzan en la vertiente izquierda, dominando el camino y el curso del río.
La primitiva fortaleza fue conquistada por El Cid y luego volvió a manos musulmanas hasta que Alfonso I, la ganó para los cristianos definitivamente en el año 1120.
En Alhama de Aragón hay 1.223 habitantes, sus aguas termales ya eran utilizadas por romanos y árabes. Existen 8 manantiales de aguas bicarbonatadas, cálcicas, nitrogenadas, arsenicales, hipertermales y radiactivas, que brotan a una temperatura de 34 grados. Históricamente su castillo es el monumento más antiguo. Se compone de un pequeño recinto y una torre del siglo XIV y XV. La iglesia parroquial es barroca.
En Alhama de Aragón hay que destacar también la actividad industrial y la cerámica tradicional: funciona el alfar tradicional de Eduardo Muela y la cerámica artística de Palacín.